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sábado

116. Corvillón, curaciones en el Penedo da Nosa Señora

 En Corvillón, en el concello ourensano de A Merca, existe una gran piedra en la que se realizan ritos de curación, tanto de personas como de animales. Aunque el penedo lleva el nombre de la Virgen, es la propia piedra o las aguas que se acumulan en sus pías las que forman parte del ritual de sanación.

Para llegar, circulamos por la carretera OU-300 y nos detenemos en Corvillón. Del lado contrario a la pista que va a la iglesia de Santa María hay una pequeña entrada que circula entre las casas. A unos 100 metros de la carretera principal, dejamos atrás las casas y llegaremos a la roca en cuestión. Se trata de una piedra irregular, la reconoceremos porque tiene una cruz en su parte superior, encajada en una cazoleta. En la parte superior hay varias "pias" donde se acumula el agua de lluvia, aunque una de ellas es especialmente grande y principal protagonista.

Piscina con el agua acumulada en la parte superior
Hace algunos años se llevaba a los enfermos hasta esta piedra y se daban nueve vueltas alrededor del penedo, rezando un salve por cada una. Finalmente se echaban sobre el enfermo siete vasos del agua recogida en la piscina de la piedra y se dejaba la ropa del devoto junto a la piedra. El rito tenía lugar el día de la romería, que la tradición marca el último domingo de mayo. El día anterior se celebraba una procesión con la imagen de la Virgen, que terminaba en este penedo. La imagen quedaba allí toda la noche, hasta el día de la romería.

Más recientemente se fueron incorporando otros ritos, como simplemente dejar ropas de niño o de mujer junto a la piedra, e incluso rituales de fecundidad.

Esta entrada es un resumen de uno de los capítulos de "50 lugares sagrados de Galicia"

GPS:

42.17196923243908, -7.858093651627147

Para saber más: "Devociones y creencias sobre el agua", de Fernando Alonso Romero.





114. Sta Cristina de Ribas de Sil, el árbol de san Benito

Una visita al antiguo monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil es recomendable tanto para los amantes de la naturaleza de la Galicia interior, como para los que deseen recorrer uno de los cenobios medievales más importantes de la Ribeira Sacra durante la Edad Media. Cualquiera que sea el motivo de este viaje, no te pasará inadvertido un castaño centenario que está en la entrada de este conjunto medieval, conocido como "árbol de san Benito", que se convirtió en un lugar de devoción popular.

En el centro del árbol hay una imagen con la silueta del santo y otra de santa Cristina, a quien está dedicado el conjunto monacal. A su alrededor, colgado de las ramas, hay cientos de objetos personales que los devotos fueron dejando a lo largo del tiempo. Monedas, pulseras, fotografías personales, collares, rosarios, llaveros y un amplio abanico de piezas que los visitantes depositan en este altar popular. Entre todos los elementos, llama la atención un cartel escrito a mano que reza: 

San Benito glorioso te pedimos
 por esta bendita imagen no castiñeiro
cures os nosos males
e guíanos por bo sendeiro
Padre Nuestro

La imagen de san Benito se debe a que la orden que regentaba este monasterio era la de los benedictinos. La otra imagen religiosa que está en el árbol, la de santa Cristina, es debido a que el conjunto monacal está dedicado a esta santa.

El origen de este cenobio se sitúa en el siglo X, aunque la iglesia -que se puede visitar- data de los siglos XII y XIII. 



En el interior se conservan pinturas del siglo XVI de santa Lucía, santa Bárbara, la virgen san Juan y santo Domingo.

El claustro también merece una visita, en la que se puede apreciar cómo vivían los monjes en este lugar, arropados por una naturaleza exuberante.

En un entorno de pocos kilómetros a la redonda se pueden visitar otros monasterios medievales y miradores con vistas de vértigo.


Esta entrada es un resumen de uno de los capítulos de "50 lugares sagrados de Galicia"

Cómo llegar:

https://goo.gl/maps/rbpVu9PLtBYV

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Falei deste tema no programa "A Tarde", da Radio Galega. Podes escoitalo aquí

 

Cerca de aquí puedes ver:

103. Valencia do Sil, las costureras convertidas en piedra

jueves

103. Valencia do Sil, las costureras convertidas en piedra

Las tres piedras de cuarzo, desde la carretera N-120
Desde la carretera nacional 120, que atraviesa la comarca de Valdeorras, se pueden ver tres piedras blancas sobre Valencia do Sil. Están situadas en el lugar conocido como O Castro, en la parte alta del pueblo. Y destacan especialmente porque son de cuarzo, cuando la mayoría de las piedras del entorno son negras, de pizarra. Las tres rocas son, según la leyenda, tres pastoras o tres costureras, que se atrevieron a desafiar a grandes señores que, como castigo, las convirtieron en piedra.
Este relato es uno de los clásicos, ya que se encuentra en el libro “Las leyendas tradicionales gallegas”, de Leandro Carré Alvarellos.
Par conocer la localización exacta y saber de primera mano cómo es el relato, que ha llegado a nuestros días a través de la tradición oral, preguntamos a todo un experto en la historia, la arqueología y la naturaleza de la comarca de Valdeorras: José Fernández Pérez. Este hombre, que posee un museo etnográfico y de minerales en su propia casa, recogió esta leyenda de boca de una vecina de Valencia do Sil, que contaba entonces con 100 años de edad.
“El caballero Roldán iba persiguiendo a un venado herido por la ladera del monte, por la zona de Vilanuide”, comienza narrando José Fernández Pérez, y prosigue: “Había tres pastoras con ovejas y Roldán las vio tan hermosas que quiso cautivarlas, pero ellas no quisieron. A cambio le pidieron un imposible, que en el pueblo de ellas, Puxades (que era muy seco y en la actualidad no existe), tuviese agua”. “Si eres capaz de traer agua a nuestro pueblo, nosotros nos sacrificamos y marchamos contigo”, le dijeron las pastoras al caballero.
“Aquella noche, el caballero Roldán cogió su espada y cortó un canal. Al día siguiente pasaba agua abundante por al lado de las casas y la gente del pueblo comenzó a gritar: 'Neniñas de Puxades, venid a beber agua del río Xares'”.
Al darse cuenta del prodigio, las tres mozas dijeron: “Estamos perdidas. Él cumplió la palabra y nosotras tenemos que cumplirla también”. Entonces decidieron escapar. “Corrieron por la ladera del río Sil hacia arriba, tenían que pasar del otro lado del río para huir de Roldán y un barquero las ayudó a atravesar el cauce. Llegaron a la otra orilla y subieron por O Castro”, continúa narrando Fernández Pérez.
José Fernández Pérez, en su casa de Vilamartín de Valdeorras
“Roldán llegó al pueblo y no las encontró. Montó en su caballo y fue detrás de ellas. A la altura del Campo de San Roque se encontró con unos peregrinos, que les dijeron que las habían visto en San Miguel de Outeiro cuando llamaban por el barquero”.
“El caballero puso la espada junto al río, se abrieron las aguas y pasó en seco con su caballo. Cuando llegó arriba, se encontró que las tres mozas estaban escondidas debajo de una roca negra, de pizarra, y tomó su espada en la mano y dijo: 'por no cumplir lo que prometisteis, quedáis hechizadas, convertidas en tres piedras blancas', piedras que aun se pueden ver hoy en día.
Y la impronta de Roldán no quedó solo en ese encantamiento. La leyenda recuerda otros prodigios: “Subió a una piedra con su caballo, que entonces era también de pizarra y ahora no, y dio un salto de alrededor de un kilómetro, llegando a Pedrasaez, no concello de A Rúa, y dejó las pisadas del corcel marcadas en la roca”.

Roldán y su espada prodigiosa
El caballero Roldán es protagonista de multitud de leyendas, especialmente en el norte de la Península Ibérica. La historia lo sitúa como uno de los doce pares de Francia, sobrino de Carlomagno y protagonista de numerosas batallas contra los musulmanes. Precisamente murió en una contienda en Roncesvalles, en el año778. Pero las leyendas enaltecen su figura y le hacen protagonista de innumerables prodigios. Por ejemplo, de la apertura del paso de los Pirineos conocido como la Brecha de Roldán, que el caballero abrió con su espada. Y es que Durandarte, así se llamaba su arma preferida, estaba “cargada” con varias reliquias de santos, lo que la hacía tremendamente poderosa. Así, tenía un diente de San Pedro, sangre de San Basilio, cabellos de San Dionisio y un trozo de manto de Santa María. La espada de Roldán, coprotagonista de esta historia, habría sido lanzada al lago de Carucedo, según una leyenda, lago que no queda demasiado lejos de Valdeorras.

La versión de Carré Alvarellos
Como suele ocurrir en numerosas leyendas, hay versiones para todos los gustos. La que recoge el escritor coruñés tiene también como protagonista al caballero Roldán, aunque en este caso el personaje viene a salvar a tres princesas, que estaban presas de los “mouros”. Como sus tropas no podían cruzar el Sil, el caballero dio un enorme salto con su caballo para cruzar el río. Pero antes de que pudiera rescatar a las princesas, las convirtieron en las piedras que hoy se pueden ver en O Castro. El autor coruñés relata esta historia, tras oírla de boca de un anciano de O Barco, que a su vez la había escuchado en un cantar de feria.
Asimismo, según nos indicó José Fernández Pérez, hay distintas versiones de esta leyenda en localidades próximas, como Quiroga y O Bolo. A veces son costureras, otras princesas y en ocasiones pastoras. Pero a veces, solo a veces, las leyendas parecen esconder hechos reales. Así nos lo indicaba José Fernández Pérez: “la leyenda habla de pisadas de caballo en la roca, y en Valencia hay petroglifos de la edad de Bronce. Y en donde se habría posado el caballo, en Pedrasaez, también. Donde están las tres mozas convertidas en piedras blancas hay un castro. Sabemos que los castrexos adoraban a la naturaleza. La simbología de las piedras blancas y nobles, en terrenos en donde nos las hay, que todas son negras, llaman la atención y son dignas de devoción. Puxades, el pueblo de las costureras, tiene un castro también y hay un canal de agua de minería, que viene desde 20 o 30 kilómetros, de la época romana. La leyenda también habla de peregrinos, o sea que el camino de invierno no es una invención de la actualidad, sino que los peregrinos pasaban por aquí desde mucho antes de la Edad Media”.

Se pueden ver desde aquí: 


lunes

101. A Gudiña, un “San Cristóbal” gallego en México

Junto a la iglesia de San Martiño, en A Gudiña, hay una pequeña plaza con una imagen del beato Sebastián de Aparicio, un vecino de la localidad que emigró a México en el lejano siglo XVI. Precisamente es un colectivo de empresarios de la ciudad azteca de Puebla el que donó la escultura, cuando en el año 2000 se realizó un hermanamiento entre ambos pueblos. Y es que Sebastián de Aparicio es venerado en el país americano como el patrono de los automóviles y transportes terrestres y en su nombre se bendicen coches, como aquí se realiza con San Cristóbal.
Sebastián de Aparicio nació en la localidad ourensana en el año 1502 y vivió casi un siglo, hasta que exhaló su último aliento el 25 de febrero de 1600.
Su relación con los caminos y los transportistas es que durante sus primeros años en México diseñó unas carretas inspiradas en las que utilizaba en su pueblo natal para que los indios no tuviesen que llevar cargas pesadas al hombro, como era costumbre. Así, con una ayuda de un carpintero construyó carros y obtuvo permiso para la construcción y la mejora de caminos por los que pudieran transitar sus vehículos.
Tras una vida económicamente holgada y haber enviudado dos veces, en 1575 se hizo fraile franciscano.

Cuerpo incorrupto

Foto flickr
Tras su fallecimiento, el cuerpo de Sebastián de Aparicio se mantiene incorrupto y se puede contemplar en la iglesia de San Francisco, protegido por una urna de cristal. Pero, siempre fue considerado un santo. De hecho, a su cuerpo le faltan algunas partes, porque en la antigüedad los devotos se llevaban algunas partes como reliquia.
En todo caso, es considerado como beato desde 1789, cuando el Vaticano atribuyó -por su intercesión- la curación de un niño que padecía cáncer. El proceso de beatificación contó con el testimonio de 568 personas y se le atribuyeron 968 milagros. En estos momentos hay un proceso abierto para canonizarlo, es decir, para declararlo santo.
Los domingos por la mañana se realiza en Puebla la bendición de automóviles en su nombre.

Curado por una loba

Como todos los santos (beato en este caso) Sebastián de Aparicio cuenta con algún episodio 'sobrenatural' en su historia. Así, cuentan que cuando aun vivía en Ourense padeció peste bubónica, por lo que fue obligado a vivir en una choza para no contagiar la enfermedad. En una ocasión fue mordido por una loba y, con la hemorragia, se curó de la enfermedad.

No es el único santo oriundo de A Gudiña. San Francisco Blanco (Tameirón, 1570) fue martirizado en Japón, por lo que posteriormente fue proclamado santo. Su cráneo se guarda como reliquia en Outarelo (Ourense) y se lleva en la procesión que se realiza cada 5 de enero.

Esta entrada es un resumen de uno de los capítulos de "50 lugares sagrados de Galicia"


42°03'38.9"N 7°08'25.4"W

42.060796, -7.140388


jueves

99. Taboadela, la fértil 'cama de San Juan'

A lo largo y ancho de la geografía gallega existen decenas de rocas que la tradición popular atribuye a 'camas de santos' (o vírgenes). Las leyendas las vinculan al paso de mismísimo santo por la localidad. Generalmente tienen formas caprichosas, están cerca de una ermita y se le atribuyen propiedades curativas o de propiciar la fertilidad. Visitamos en esta ocasión una de ellas, en la localidad ourensana de Taboadela (a pocos kilómetros de la capital), que se relaciona con San Juan y que cumple con todos estos requisitos. Incluso con alguno más.
Está situada junto a la capilla dedicada al santo, saliendo de la localidad en dirección Verín. Hay un desvío a la derecha en el kilómetro 17,3 (de la OU-40) que lleva directamente al monte dedicado a este santo.
Parte superior de la 'cama de San Juan'
La pista conduce a una gran explanada de aparcamiento y en una cota más elevada, a la que se accede a través de unas escaleras, está la pequeña iglesia y, aun más arriba, un monumento dedicado a la familia, junto a un modesto mirador.
El entorno está acondicionado para pasar un día de romería, ya que cuenta con mesas de piedra en el entorno e incluso hay un chiringuito en las proximidades.
Pero la 'cama de San Juan' está en la explanada, justo al lado de una sencilla estructura. Se trata de una piedra inclinada que, en la parte superior tiene un ligero bajorrelieve que simula -aproximadamente- una forma humana.
Como en tantas otras, las parejas que deseaban tener descendencia debían realizar el acto sexual sobre esta roca en una noche cualquiera. Pero si se hace en la noche de San Juan, el resultado será un hijo varón, según recoge la tradición.

GPS: 42º 14,439' -7º 49,238'

Hablé de este asunto en "A Tarde", programa de la Radio Galega:
http://www.crtvg.es/rg/destacados/a-tarde-a-tarde-do-dia-10-04-2020-4371822

Esta entrada es un resumen de uno de los capítulos de "50 lugares sagrados de Galicia"

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miércoles

97. La peña de los enamorados de Carballiño

Se aproxima San Valentín y por eso traigo una nueva leyenda de enamorados, de las muchas que existen en parajes de la geografía gallega. Esta historia la publiqué, algo más extensa, en el libro "50 lugares mágicos para enamorados", una recopilación imprescindible de las leyendas y mitos relacionados con el amor en la geografía ibérica.
Cuando recorres el paseo que acompaña al río Arenteiro, te envuelve un entorno mágico formado por los árboles, el sonido del agua que fluye y las piedras de formas caprichosas. Caminas unos metros, giras siguiendo el curso del río, y el paisaje vuelve a cambiar. Son otras las piedras, los árboles y los desniveles que dibujan otro escenario. Llega un momento en que ves un enorme macizo rocoso, con una forma extraña, y no te sorprende que alrededor de estas piedras hubiese nacido una leyenda de amor que aún se mantiene viva en la actualidad. Es la peña de los enamorados de Carballiño.
En este conjunto de rocas aún vive la historia romántica y trágica entre Marta, una cristiana de familia humilde, y Boán, un acaudalado pagano enamorado de la protagonista de esta historia. Cuenta la leyenda que Boán no creía en el dios de los cristianos, por lo que para lograr el amor de Marta no tuvo reparos morales en pagar a una sacerdotisa pagana para que preparara una pócima con la que enamorar a la joven cristiana. El brebaje que preparó la hechicera tenía un doble efecto, y así se lo advirtió al joven: solo funcionaría si la mujer deseada no sentía nada por él. De lo contrario, enloquecería al beberlo.
Boán ya había sido rechazado por Marta, aunque ella sentía lo mismo, ya que el joven pagano era de corazón bondadoso y se había ganado su amor. Simplemente lo rechazaba por su condición de cristiana. Es así que el joven enamorado se las arregló para que su amada probara el bebedizo, aunque los efectos no fueron los esperados. Tal y como había augurado la sacerdotisa, Marta enloqueció y, sin control de sí misma, se dirigió a lo alto de la piedra y se despeñó, acabando con su vida. Al enterarse de la muerte de su amada, cuenta la leyenda que el joven Boán, preso de la desesperación, también subió a lo alto de la peña y terminó con su vida, tal como lo había hecho la malograda Marta.
El relato transmitido de boca en boca durante años asegura que, en el entorno de la piedra, cuando sopla el viento, se puede escuchar el lamento del joven desafortunado. Quizá el relato de un amor entre paganos y cristianos oculta una historia que no es del todo imaginaria, ya que en el lugar existía una capilla dedicada, seguramente no por casualidad, a Santa Marta. Por otra parte el obispo San Martín Dumiense señalaba, en el siglo VI, que junto a esta roca se realizaban ritos paganos de fecundidad. 

Cómo llegar
Desde Carballiño hay que tomar la carretera OU-208. Después del kilómetro 6 hay un desvío hacia el restaurante Maquía. Desde el cartel indicador, junto al río, parte un camino a la derecha que llega a la Peña de los Enamorados, situada a menos de 100 metros.
GPS: 42º 35,426’ -8º 5,865’


Esta entrada es un resumen de uno de los capítulos de "50 lugares sagrados de Galicia"


Cerca de aquí puedes visitar:
88. O Bañiño de Arcos, las aguas que sanaron al can

lunes

La historia de Galicia en 50 lugares

En este post no quiero invitarles a visitar un único lugar, sino medio centenar. Acaba de salir a la venta el libro "La historia de Galicia en 50 lugares", de mi amigo Rafael Quintía Pereira. Se trata de una visión panoramica de la historia de Galicia hilvanada a través de 50 escapadas, en un recorrido que va desde la Prehistoria hasta la Guerra Civil.
Leer y viajar con este libro es una buena manera de conocer nuestro pasado y nuestro patrimonio -material e inmaterial-, que forma parte de lo que somos. Y es que Quintía, como buen antropólogo, nos deleita con muchas leyendas y mitos relacionados con los lugares históricos que propone, ofreciendo una visión mucho más amplia de la historia de Galicia.
Como todos los de esta colección, "La historia de Galicia en 50 lugares" es un libro-guía, pensado también para viajar, por lo que incluye indicaciones precisas para llegar a cada uno de los lugares que se proponen, así como las coordenadas GPS.
Desde este blog doy mi enhorabuena a Rafael Quintía por este libro y mi más sincera recomendación. Buen viaje.

93. Penatallada, para curar el dolor de cabeza

Lejos del bullicio de las ciudades se encuentra Cerdedelo (concello de Laza, Ourense), un lugar tranquilo y recomendable, de una gran belleza natural. Saliendo del núcleo principal, en la carretera que va hacia Camba hay un sencillo templo dedicado a la virgen de Penatallada, del siglo XIX, que no tiene grandes pretensiones arquitectónicas. Pero lo que da nombre a la capilla es una gran roca que se encuentra unos metros más adelante, a la que se puede acceder a través de unas escalinatas de piedra. En la ‘pena tallada’ hay una hornacina en la que se conserva una figura de la virgen y que recuerda, según la tradición, una aparición mariana.
El día de la romería, el sábado más próximo al 31 de mayo, la imagen va en procesión por las calles del pueblo sobre un carro, al que siguen los fieles.
La Virgen de Penatallada es abogada de los que sufren dolores de cabeza, por lo que es una de las peticiones que los devotos hacen a la imagen.
Por otra parte, también para el mismo mal, existe un rito que se practica en la propia ‘pena tallada’. Según me contó una vecina, se debe raspar la piedra donde se encuentra la imagen y, con el polvo, se prepara una pócima contra el dolor de cabeza. Para completar el rito, el enfermo debe dirigirse al templo y se deben dar nueve vueltas al recinto, mientras se reza un rosario. La utilización del polvo de una reliquia o un lugar sagrado es habitual en la medicina popular gallega.
En este mismo blog hemos hablado de la ‘raspa’ del sarcófago de San Trocado, en Bande, como parte de un preparado curativo.
También es bien conocido el uso que se le daba al polvo del cuerno de ‘unicornio’, gran antídoto contra muchos males que estaba extendido en la Edad Media y que aún se puede encontrar en la actualidad en la farmacopea popular de Galicia.

Cómo llegar

Desde el núcleo principal de Laza hay que tomar la carretera OU-112 durante unos 10 kilómetros. Al llegar al pueblo, desviarse a la izquierda y unos metros más adelante a la derecha, en dirección a Camba. A unos 100 metros del cruce, a la izquierda, se encuentra la ermita y unos metros más adelante, en el cruce hacia Camba y Puerto Camba, está la ‘pena tallada’.

GPS:  
42º 5,361’   -7º 23,693’

Esta entrada es un resumen de uno de los capítulos de "50 lugares sagrados de Galicia"


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88. O Bañiño de Arcos, las aguas que sanaron al can

50 lugares mágicos para enamorados


Es un placer compartir páginas de este libro con buenos amigos y buenos autores en un trabajo que estoy convencido que se convertirá en un clásico de esta colección, en la que se entremezclan los mitos, ritos y leyendas con el placer de viajar. 
En esta ocasión, las historias legendarias relacionadas con el amor articulan una travesía por la Península Ibérica en la que no faltan pasiones eternas, celos y venganzas, que tienen como escenario castillos, ríos, montañas y fuentes.
Mi aportación a este trabajo incluye varias paradas en Galicia, por supuesto, aunque también alguna visita a León, Toledo y una escapada a Portugal.
Si tenéis oportunidad de leer "50 lugares mágicos para enamorados", que tengáis un buen viaje.




Si te gustan los lugares con un aire romántico, en este blog puedes ver:


97. La peña de los enamorados de Carballiño

68. El amor fatal de Florentina de Loureiro



sábado

90. Bande, la "raspa" del sarcófago de San Trocado



Santa Comba de Bande
Regresamos a la provincia de Ourense para visitar la iglesia más antigua de Galicia: Santa Comba de Bande. Es un templo visigótico, del siglo VII, que durante mucho tiempo estuvo abandonado y olvidado, pero hoy en día es motivo de numerosas visitas.
Entrando a la derecha hay un antiguo sarcófago de piedra que la tradición dice que perteneció a San Trocado (San Torcuato en castellano), cuyos restos fueron trasladados a la cercana localidad de Celanova en 1601. Este santo, según se cree, fue discípulo del apóstol Santiago, por lo que el sarcófago de mármol es una reliquia que tiene un especial valor para los peregrinos.
Sarcófago de San Trocado
Según nos contó la mujer que posee las llaves del templo, María Isabel, muchos peregrinos conceden a este féretro de piedra una función milagrosa. Al igual que ocurre con la hidria de Caná de Cambre, los devotos raspan el sarcófago de San Trocado con una concha de vieira y el polvo resultante lo hierven, lo cuelan y con el líquido lavan la cara. 
Los devotos consideran que esta pócima es buena para sanar males de vista y oído.
A modo de anécdota, María Isabel nos contó que –armado con cincel y martillo- un visitante quiso llevarse un buen trozo de la tapa del sarcófago, aunque la cuidadora no dejó que ocurriese. En todo caso, pueden verse aun las marcas de las “raspas” que sufrió esta tumba y cómo le faltan algunos trozos, quizá por el paso del tiempo o por el rito de raspar el féretro.

Más allá del sepulcro, la iglesia merece una visita ya que, a pesar de las restauraciones, todo el interior de la iglesia, incluidas las bóvedas, pertenece a la construcción original del siglo VII.

Cómo llegar
Desde Bande hay que tomar dirección Entrimo por la OU-540 hasta el kilómetro 50. Hay un desvío señalizado a la derecha que lleva hasta la iglesia.
GPS: 41º 58,399’ -8º 0,135’



También en la provincia de Ourense se realiza un rito similar con una piedra donde dicen que se apareció la Virgen:

93. Penatallada, para curar el dolor de cabeza

88. O Bañiño de Arcos, las aguas que sanaron al can



Volvemos a visitar Carballiño, aunque esta vez nuestra parada está en la parroquia de Arcos. Concretamente nos detendremos en el lugar conocido como O Bañiño, donde se encuentra una fuente y un lavadero cercano al río Arenteiro.
Las aguas sulfurosas de este manantial son muy apreciadas por sus virtudes, especialmente para afecciones dermatológicas y hepáticas, y hay una leyenda que justifica su fama.
Según cuenta Miguel Mosquera en su libro “Galicia, leyendasdesde el confín del mundo”, un cazador pontevedrés tenía un perro de al que apreciaba mucho. Cierto día, en un monte de Cotobade (Pontevedra), el can metió una pata en un cepo mientras perseguía una presa. Ante los aullidos del cánido, el cazador acudió al lugar y liberó al perro de la trampa. Estaba herido y lo llevó a hombros hasta su casa, con el fin de curarle la pata.
Los esfuerzos por devolverle la movilidad al perro fueron inútiles y el cazador, sin valor para sacrificarlo y aliviarle el sufrimiento, montó en su caballo y llevó al perro tan lejos como pudo. Llegó a O Bañiño, y allí dejó al can a su suerte.
Un año después, el hombre regresó al lugar con el fin de recoger los restos del animal y enterrarlo junto a un olivo que poseía. Su sorpresa fue mayúscula cuando encontró al perro bebiendo de la fuente de O Bañiño. El can tenía la pata curada, por lo que el hombre lo recogió, lo llevó consigo a su casa y atribuyó a las aguas de este manantial la curación del animal, por lo que se encargó de divulgar las bondades de estas aguas.

Cómo llegar

Desde la parroquia de Arcos, en Carballiño, hay que dirigirse a Pol de Piteira. Poco después hay un desvío hacia el río que indica O Bañiño.
GPS: 42,4431 -8,07264

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