miércoles

51. La cruz que pedía más lluvia

Fue levantada hace casi un siglo en lo alto del Monte Pedreira, en la parroquia de Xustáns, en Ponte Caldelas. El objetivo de la cruz de Cristorrei era, al menos oficialmente, recordar el siglo que finalizaba y honrar al que daba comienzo utilizando un símbolo cristiano.
Nada tiene de extraño este hecho. La cruz se inauguró en junio de 1917, después de no pocas peripecias para su terminación. Tampoco tiene nada de inusual el pequeño cilindro de piedra situado junto a la cruz. Serviría para colocar la bandera en los actos oficiales. Sin embargo, el prolífico y polifacético escritor Estanislao Fernández de la Cigoña le atribuye otros usos al ‘menhir’ situado junto a la cruz.
Todo el conjunto pétreo, tanto la cruz como el pequeño cilindro situado junto a ella, fueron levantados por iniciativa del párroco de entonces, Federico Estévez Tombo.
Fue él quien habría diseñado el conjunto y coordinado su construcción.
Así, el día de la inauguración, el pequeño cilindro, que tiene un agujero en la parte superior,
sirvió para colocar el mástil de la bandera.
Fernández de la Cigoña asegura que, sin embargo, un vecino de Xustáns le contó cuáles era los otros usos del ‘menhir’. Supuestamente, el conjunto pétreo tenía el poder de clamar al cielo en demanda de lluvia fertilizadora para los campos. Para conseguirlo, el sacerdote llenaba con agua bendita el agujero del ‘menhir’.
La piedra «chamaba pola choiva como ningunha outra», cita Fernández de la Cigoña a su interlocutor en su libro ‘O poder fecundador das pedras’. «Ainda máis se se enche o buratiño que ten por riba», añade el vecino de Xustáns, que contó al escritor los usos de la cruz en 1969.
El rito para pedir lluvia se completaba con oraciones que el propio sacerdote hacía junto a la gran cruz. El vecino de Xustáns, una vez que el cura había fallecido, habría continuado haciendo el ritual hasta bien entrados los años cuarenta.
Así, De la Cigoña relaciona la creencia de las antiguas culturas, que veían en los menhires un elemento fertilizador, con la forma que posee el anexo a la cruz de Xustáns y su antiguo ritual.

Protección contra la 'Gripe española'


El 'menhir', junto a la cruz
El cura párroco presumía de los favores de que era capaz la cruz de Cristorrei. Así, Federico Estévez Tombo dejó escritos algunos de los ‘milagros’ atribuidos a la intercesión del monumento religioso.
El más destacado de todos es el relacionado con la ‘Gripe española’, enfermedad que se transformó en una mortal epidemia tan solo un año después de inaugurada la cruz.
El sacerdote escribe que «acudimos al auxilio del Cielo » y «ordenamos una rogativa y una visita al crucero, llevando en procesión una imagen de la Virgen del Rosario y otra de San Roque».
El resultado, según él mismo señaló, «fue oída nuestra plegaria» y en Xustáns «no ha muerto ninguna persona por la gripe».
Si se visita la cruz, situada cerca de la aldea de Baltar, encontramos -además de la cruz- una capilla construida en 1895, aunque fue ampliada a mediados del siglo XX.
Tiene una planta cuadrangular, atípica en las iglesias del entorno. Desde lo alto del Monte Pedreira se divisa el interior de la Ría de Vigo y el valle del Verdugo.

Cómo llegar

Desde la ciudad de Pontevedra, seguimos la carretera en dirección a Ponte Caldelas. Tras atravesar la glorieta del polígono de O Campiño hay un desvío a la derecha señalizado hacia Cristorrei y Baltar. Tras atravesar Baltar, la cruz y la capilla se encuentran fácilmente.
GPS: 42.386987,-8.571694

Cerca de aquí hay otra cruz con leyenda:
83. La Cruz de Daniel del monte Castelo

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