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122. El santo que se moja para que llueva

En Silvarredonda de Rois hay un San Idelfonso presidiendo una fuente al que se le desmonta la cabeza para mojarla en la fuente y así rogar lluvia



Junto a la carretera de acceso a Silvarredonda, apenas entras en el pueblo, hay a la derecha una fuente presidida por una imagen de san Idelfonso. La imagen del santo está en la parte superior, en una hornacina en la que se señala quién fue el mecenas del manantial: José Piñeiro, en 1913.

Pero lo más curioso de todo es que, si te fijas bien, la cabeza del santo tiene un color diferente al resto del cuerpo y un cuello más largo de lo que se esperaba. Y es que la cabeza del santo se desmonta para cumplir con un ritual que se realiza desde hace casi un siglo.

Arturo, un vecino octogenario de Silvarredonda, me contó que antiguamente -en tiempos de sequía prolongada- se retiraba la cabeza de la imagen y se mojaba insistentemente en el agua de la fuente con el fin de pedirle que llueva. Pragmatismo aplicado a las creencias. El rito, según recuerda este vecino, ya hace tiempo que no se practica.

No es exclusivo de Silvarredonda el pedir rogativas de lluvia mojando un santo. En Galicia se hacía, por ejemplo, en Sacos (Cerdedo-Cotobade), e incluso en el otro extremo de la Península, en Nocito (Huesca) se sumergían las reliquias de san Úrbez en un manantial cercano para propiciar la lluvia.

Sorprende la visión práctica de la talla de Silvarredonda, que a otras de Galicia que también se levantaron desde un punto de vista práctico, como el cruceiro giratorio para conjurar las tormentas de A Graña deChao de Fornos (Fonsagrada), o a la imagen de Penafurada (O Son), también orientable para cambiar el clima.

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