'Avenida' Manuel Barreiro Cabanelas |
Aunque quizá no coincida del todo con la línea de este blog, quisiera
recomendarles en esta ocasión una visita a una aldea diferente, transformada en
la primera mitad del siglo pasado por un benefactor que hizo fortuna en Brasil,
construyó escuelas junto a la aldea y donó viviendas a numerosos vecinos que
quisieron quedarse a vivir en este lugar. Pero lo más curioso de Covelo, en el
municipio pontevedrés de A Lama, es que las casas que mandó edificar, así como
fuentes hórreos y otros elementos de la aldea, están adornados con
bajorrelieves y esculturas. Algunas son simples escenas de la vida cotidiana,
pero otras representan dioses de la mitología clásica, seres como harpías o
grifos y otras curiosidades que alimentan la pertenencia de Manuel Barreiro
Cabanelas a la masonería o alguna otra sociedad de raíces esotéricas.
Pero antes, visitamos el poblado.
A medida que la carretera se va aproximando a Covelo, se torna más
estrecha y rugosa. Alrededor de las casas, campos de cultivo y ganado en los
prados. Nada que haga pensar que se trata de una aldea diferente.
Marte y Venus |
Manuel Barreiro Cabanelas
La entrada principal es la ‘Avenida’ Manuel Barreiro Cabanelas, llamada así en honor al vecino benefactor. Aunque apenas tiene aceras, las casas que hay a ambos lados merecen una atenta observación. Lo más interesante está en lo alto de las paredes de las viviendas, coronando los hórreos y adornando los balcones.
Harpías y antorcha encendida |
En una de las paredes se puede ver una representación de los dioses Venus
y Marte, labrados en piedra, que recuerda a la pintura de Botticelli. Esta
representación podría tener una interpretación esotérica, porque para los
neoplatónicos, el influjo benéfico de Venus era capaz de apaciguar a Marte. Por
eso su representación se usó como talismán entre los círculos neoplatónicos y
ocultistas del Renacimiento.
Caduceo |
Siguiendo por la avenida, en otra vivienda hay una escena con harpías y
un niño con una antorcha encendida, símbolo de conocimiento.
Más allá, un caduceo de Hermes/Mercurio, que es un símbolo vinculado -desde
el Egipto helenístico- con la figura de Hermes Trismegisto.
En lo alto de otra casa se puede ver un grupo de monos vestidos
mirando una obra de arte. En lo alto de los tejados, flanqueando puertas de
entrada, e incluso coronando los hórreos, pueden verse esculturas que recuerdan
seres de la mitología clásica.
La curiosa aldea tiene estos grabados por la financiación de un vecino
al que se le atribuía su pertenencia a la masonería y alguna leyenda negra.
El ‘Conde Cabanelas’
Bajorrelieve con monos vestidos |
Hijo de una campesina y un cantero, Manuel Barreiro Cabanelas nació en
esta parroquia lamense en 1867. Por sus circunstancias, como tantos otros vecinos,
emigró con tan solo 16 años a Río de Janeiro (Brasil). Pronto consiguió
prosperidad en los negocios, especialmente con la lotería, y amasó una fortuna,
que llegó a abarcar los ramos de la hostelería, construcción y ropa femenina. En
sus viajes de regreso a Covelo, o a través de envíos de dinero desde Brasil,
Cabanelas sufragó numerosas obras en su parroquia natal, desde el suministro de
agua hasta la construcción de fuentes, bebederos y viviendas que donó a personas
que quisieron quedarse en la aldea. En estas casas, aunque fueron reformadas con
el paso del tiempo, aún se conservan los grabados en piedra alusivos a
determinadas ramas del saber.
Además, mandó construir escuelas en el vecino lugar de Laxedo (que aún
se conservan), en las que sus vecinos y los del entorno recibieron educación. Aunque
murió en Río, uno de sus últimos proyectos, que no vio terminado, fue la
urbanización de Covelo, cuyo diseño dejó por escrito. Por su labor, la reina
María Cristina tramitó el título nobiliario de conde para Cabanelas.
O Pelete, el árbol que bebe el primer vino
Muy
cerca de Covelo, continuando por la misma carretera, se encuentra la aldea de O
Pelete, que es famosa en el entorno por su fiesta dedicada al vino.
En
esta localidad se encuentra un roble centenario conocido como ‘carballo da
santa’ al que se le da a beber la primera cunca de vino en la Festa dos Remedios, que
coincide con una festividad local dedicada al elixir de la uva.
El
árbol está incluido en el catálogo de ‘árbores senlleiros’ de Galicia.
Para llegar
Desde el centro urbano de A Lama (a unos 30 km de la ciudad de Pontevedra) está perfectamente señalizado.
GPS Covelo: 42,424106
-8.414433
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Que bueno. Me pasaré por allí. Gracias.
ResponderEliminarA mi me llamó mucho la atención la primera vez que fui y hace poco volví para sacar más fotos. Hay muchas más esculturas de las que puse en el reportaje. Gracias por visitar el blog. Un abrazo Eugenio
ResponderEliminarBueno, y hay maldición o algo así si vas allí¿? Habrá que saber el remedio por aquello de no traer el mal para casa...
ResponderEliminarsaludines..
Que va! Por no haber, no hay ni siquiera un bar. Saludos Luis
Eliminarlugares mágicos,,,y un personaje mágico,el conde de Covelo
ResponderEliminarUm lugar lindo e acolhedor!! Cresci ouvindo histórias de Covelo, dos meus abuelos que vieram ao Brasil e por aqui ficaram... saudades passar as férias em Covelo!!
ResponderEliminarObrigado por visitar este site. Cumprimentos desde a Galiza!
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