domingo

121. Pías de Escuadro, del dios de los montes a San Pedro

Junto a la campana de la ermita de San Pedro de Pías (Escuadro-Maceda), en una de las piedras que dan forma a la espadaña, hay una inscripción en latín que dice así:

TOROLO
COMBIC
IEGO. FLA
VIVUS. FLA
VIANVS
V S L M

Lo que traducido quiere decir algo así como “Al dios Torolo Combiciego, Flavio Faviano ofrece gustoso su voto”. Es evidente que esta piedra, reutilizada para construir el templo, es una ara de ofrenda de la época romana que un tal Flavio Faviano hizo al dios Torolo de Combiciego.

¿Qué dios es este? ¿Cómo fue a para a una iglesia este exvoto? Vamos por partes.

Torolo no está en el panteón tradicional de los dioses romanos, por lo que seguramente se trata de una deidad local que -durante el imperio romano- fue adoptado por los habitantes de este entorno como un dios local protector. Hay diversidad de criterios al respecto, pero por la raiz latina de la palabra “Toro” significa monte -“Torolo” sería un diminutivo-, y “Combiciano” hace referencia a un topónimo del entorno. Así, esta deidad estaría relacionada con un monte local.

En cuanto a por qué forma parte de las piedras de una iglesia, lo cierto es que han pasado al menos 1600 años desde se depositó esta ofrenda y es difícil saberlo con certeza. Pero es muy probable que este “reciclaje” de objetos sagrados se produjo cuando el cristianismo se instauró en estas tierras como religión oficial y fue entonces que se sustituyeron los antiguos dioses por santos del panteón cristiano. Y en este caso le habría tocado a san Pedro sustituir a Torolo. En cualquier caso, hay otros restos romanos encontrados en el entorno. En los años 70 dei siglo pasado, X.C. Rivas Fernández publicó por primera vez un estudio sobre esta piedra, encontró en el interior del templo otra ara de la época romana, aunque tenía borradas las inscripciones.
No es raro, ni mucho menos, la reutilización de estas piedras. En “50 lugares sagrados de Galicia”, en el capítulo dedicado a Santa Eufemia de Ambía describía un ara romana dedicada a las ninfas hallada en una fuente y utilizada como parte del mobiliario de la iglesia. 
Por último, en esta misma parroquia ourensana se encuentra otra localidad con un enigma secular: Castro de Escuadro. Allí se aparece una luz popular, quizá la más estudiada de las muchas que hay en Galicia. En otra ocasión hablaremos de ella.

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