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75. Santiaguiño do Burgo, donde los frutos maduran antes



Ofrenda de uvas y maíz a la imagen el pasado 24 de julio (foto: Guille López)
Cada 25 de julio, numerosas parroquias y lugares de Galicia recuerdan al Apóstol Santiago. Pero en Santiaguiño do Burgo, en la ciudad de Pontevedra, se celebra de una manera particular, ya que la tradición dice que el propio discípulo de Cristo, durante su estancia en la ciudad, bendijo una finca que se encuentra en la calle A Santiña, por lo que sus frutos maduran antes.
La primera rareza de esta celebración es que se celebra un día antes, el 24 de julio. Por la tarde, después del oficio religioso, el santo sale en procesión desde la iglesia para recorrer la calle A Santiña hasta una finca en la que, según la tradición, se produjo el milagro. Dice la tradición que en su peregrinar por tierras gallegas, el Apóstol Santiago hizo una parada en una casa cercana al puente de O Burgo. En agradecimiento por las atenciones recibidas, cuando se despidió dijo a los propietarios que la finca que forma parte de la casa que le dio hospedaje que este campo sería el que daría los primeros frutos y que madurarían el día en que se conmemorase su muerte.
El ‘milagro’ parece ser que se produjo según las indicaciones del santo, ya que los frutos maduran antes de tiempo en la finca donde dice la tradición que descansó Santiago. Desde entonces, la devoción fue en aumento y todos los años se recuerda este hecho con la procesión en la que la imagen hace una parada en la finca bendecida por el Apóstol.
Una vez allí uno de los miembros de la familia coloca sobre el santo un racimo de uvas y una rama de maíz a modo de ofrenda. La imagen regresa luego a la iglesia, aunque antes todos los asistentes son invitados a degustar vino y rosca.
Del origen de esta singular procesión poco o nada se sabe, aunque se presume que comenzó en la Edad Media, según algunos historiadores, o probablemente esté relacionado con la cristianización de un antiguo rito romano, según otros.

Cómo llegar

La calle A Santiña se encuentra cerca del puente de O Burgo, en la margen norte del Lérez. Lo más recomendable es preguntar a algún vecino cuál es la finca, aunque es privada y solo se abre el día de la procesión.

Estas leyendas forman parte de mi libro COMPOSTELA MÁGICA

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