Hay muchas representaciones de serpientes en Galicia, pero la que visitamos en este post es especial. En la carretera de acceso a Gondomil (Corme-Ponteceso-A Coruña) se encuentra una piedra con un bajorrelieve en forma de serpiente, que tiene la peculiaridad de tener dos alas en las que incluso se destacan las plumas. Salvando las distancias, recuerda al dios mesoamericano Quetzalcoatl, representado como una serpiente emplumada.
Sobre la autoría de este grabado, no está demasiado claro. Algunos estudiosos sostienen que se tratar de un grabado prerromano, en el que la serpiente sería una deidad importante, también representado en otras manifestaciones de la cultura castrexa e incluso en la cultura megalítica. En este sentido, identifican este grabado con las tribus de los adoradores de serpientes descritos por los autores clásicos
Por otra parte, otros investigadores aseguran que su origen es romano y que el conjunto se empleaba para el culto a Jano y a Bona Dea: Así, las cazoletas que hay alrededor serían utilizados para los ritos dedicados a estas deidades.
Una tercera teoría asegura que el grabado es medieval y que se trata de una representación figurativa.
Por no estar claro, algunos opinan que no se trata de una serpiente alada sino de un dragón, ya que los pies podrían estar ocultos en el grabado bajo el cuerpo y la cola de la figura de Gondomil tiene la cola terminada en punta.
Lo que parece estar más claro es que esta piedra formaba parte de un culto pagano, que posteriormente se cristianizó con la colocación de la cruz, de factoría reciente.
En todo caso, la cristianización se completa con una leyenda que incluye las aventuras de un santo por estos lares. El relato dice que San Adrián, patrón de la parroquia, acabó en estas tierras con una invasión de serpientes con solo golpear fuertemente con el pie en el suelo. Todos los ofidios quedaron debajo de la piedra, víctimas de un encantamiento.
GPS: 43.264741
-8.942874
Otra de serpientes:
62. Cabo Fisterra, un lugar donde dejarse las botas
Otra de serpientes:
62. Cabo Fisterra, un lugar donde dejarse las botas
Y no podría tener algo que ver con los cuélebres asturianos?
ResponderEliminarEs posible, aunque la diferencia es que esta tiene alas de pájaro y no de murciélago. No hay muchos datos para saber qué representa.
ResponderEliminarGracias por visitar el blog
Interesante documento. Es curioso como ciertos arquetipos se repiten en las diferentes culturas, ¿que diria Jung al respecto?
ResponderEliminargracias y un abrazo
Gracias Antonio por pasarte por aquí. Un abrazo
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